domingo, 9 de enero de 2011

EL CANARIO ROJO

Dentro de la ornitología deportiva el canario rojo, posiblemente sea uno de los mas espectaculares, es un pájaro relativamente nuevo, su aparición no fue circunstancial, buscada por criadores alemanes, como Duncker, Dans o Marten sus orígenes datan de 1926 donde consiguen hacer criar a un híbrido de cardenalito de Venezuela (Spinus cucullata), hasta entonces todo el mundo pensaba que la totalidad de los híbridos eran estériles, mas adelante se demostró que un 25% de los machos F1 pueden ser fértiles, este fue el inicio de su rápida expansión a nivel mundial, en la actualidad el factor rojo se presenta además de las tres categorías intenso, nevado y mosaico en la mutación marfil antiguamente llamado marfil-rosa.
  A grandes rasgos lo que se consigue con la hibridación del cardenalito es que el canario adquiera la capacidad genética a través de la herencia, de asimilar los carotenos suministrados en la alimentación, metabolizarlos y acumularlos en la estructura de la pluma llenando los xantóforos de lipocromo rojo.


Este tipo de herencia es un tanto compleja pues no se corresponde con la mayoría de las leyes genéticas convencionales, hasta el punto que muchos de los analistas presentan tesis enfrentadas, unos defienden que esta condición es como consecuencia de la poligénesis, otros justifican esta perdida de protagonismo genético del cardenalito, a la discriminación continua y permanente de los cromosomas del cardenalito por parte de los del canario en las sucesivas meiosis en los F2, F3, F4 etc esto también justifica que muchos genetistas asignen a estos Fs las denominaciones Rs al quedar demostrado los continuos retrocesos genéticos, lo que es claro es que el canario rojo a medida que se aleja del cardenalito, pierde poco a poco está capacidad de asimilar los carotenos, así tendremos que un F8 es mucho menos rojo que un F5 o R4 es pues demostrado que no nos encontramos ante una nueva raza capaz por si misma de fijar en el canario el lipocromo rojo, siempre que veamos un canario rojo, ya sea melánico o lipocromo, no estaremos ante una raza, si no, ante un híbrido, pues siempre tiene que estar presente la sangre del Cardenalito de Venezuela para que se manifieste el factor rojo. 


Por explicarlo de otra forma, cuando aparece la mutación del canario amarillo como consecuencia de la inhibición de la estructura melánica, es fijada esta condición en la genética del pájaro y a partir de ese momento podemos obtener canarios amarillos sucesivamente sin perder las condiciones iniciales, si eso lo pasamos a los canarios rojos a medida de efectuar sucesivos cruces entre ellos, obtendríamos canarios anaranjados llegando sin tardar mucho, a la obtención del canario lipocromo amarillo original de esta especie 
No obstante, esta complicación no hace mas servir de acicate a los criadores de estos pájaros, es un trabajo continuo, al meter sangre del cardenalito para reforzar el lipocromo rojo, se reduce el tamaño del pájaro y aparecen las manchas melánicas del cardenalito al ser estas dominantes, quedando estos pájaros alejados del estándar de competición
El hacer coincidir en un pájaro, talla, forma, color y limpieza de manchas melánicas, es un trabajo arduo y una vez conseguido, poco duradero, un canario rojo de competición es producto o la consecuencia de un mínimo de cinco años con cruces y selecciones acertadas.

Articulo de Alfredo Lopez Casas